domingo, 31 de marzo de 2024

Fruto prohibido

href="http://4.bp.blogspot.com/_QpctB-IKIqY/S-m1-ZTjOKI/AAAAAAAAAcM/Ko7eYHWERj0/s1600/IMG_0643.jpg" >
A
diario
visito el árbol
que protege
en su cima, un fruto
prohibido.
Si extiendo mi brazo
puedo tocar las hojas,
incluso puedo alargar la mano
y asir con fuerza sus ramas.
Pero cuando me dispongo
a trepar para alcanzar la copa...,
C
A
I
G
O
Siempre me desprendo y caigo.

...

sábado, 14 de octubre de 2023

Sin etiquetas

Extiendes tu mano para invitarme a saltar.
Miro al vacío.
NADA.
No hay protección alguna, ni siquiera una sencilla red que proteja el cuerpo del golpe.
Me muestro aquiescente, absorbida, inerte...
No pienso, ¿PARA QUÉ?, si ya es tarde.
Me desprendo y caigo.
Sé que dolerá, los impactos siempre duelen, sean de la índole que sean, aunque después las heridas cicatricen y dejen de sangrar.
Quizá encuentre cristales rotos cubiertos por fina seda.
Quizá caiga en un mar de dudas,
y voy sin barca ni remo sin saber nadar.
Quizá desafíe las fuerzas de la lógica y sufra de ingravidez.
Qui ça?.
La eterna proyección para validar un conocimiento: LA DUDA
Creo que se puede parar el tiempo...., creo incluso que puede volverse atrás. A veces dudo de la existencia de un efímero segundo y de la realidad del momento.
Pienso en tantas cosas que no quiero pensar, ni creer.
Mejor no pienso, ¿PARA QUÉ?.
Voy en una espiral, en un laberinto del cual la segunda vuelta absorbe a la primera.
Cadena de Fibonacci. Sé que puedo resultar pedante, pero me importa un pito, no soy culpable de la posible existencia de las cosas.
Así soy yo. No quiero cambiar mi forma de ser, sólo respeto la inevitable evolución de las cosas.

...

Ana María Pládena

martes, 14 de febrero de 2023

jueves, 7 de abril de 2022

sentires de antaño

Afirmas no conocer el miedo, ¡pues yo sí!, porque lo he sentido adherido a mi cuerpo para ir helando poco a poco mis venas hasta congelarme el alma y con pánico ilimitado he visto a mi corazón encogerse hasta transformarse en un muñón desgajado y seco.

...

sábado, 26 de marzo de 2022

Libre

No entiendo porque llevo tantísimos años ocultando (excepto a familia estrecha  y a 2 ó 3 amigos) la enfermedad que padezco. 
Una persona atlética, deportista, que camina el monte y saltaba por los riscos está reñido con esta dolencia.
No tuve otro remedio que hacer acuerdos con la patología. Yo no iba a bombardearla mucho, sólo las medicaciones justas convinado con el ejercicio continuo y  ella respetaría mi cuerpo en lo posible.
Y así fue y sigue siendo hasta el momento.
Algún achaque, como cualquier persona y contadas recaídas que siempre he superado.

Ahora, como el que sale del armario, he decidido contar mi historia, más por una liberación propia que por el simple hecho de generar interés  en el lector.

...

viernes, 25 de marzo de 2022

la primera prueba

Me sentaron en una banqueta, para mi gusto extremadamente pequeña y eso que tengo un peso de 54 kg para una altura de 1,62 cm (hago este apunte para  indicar que el asiento no era tan pequeño como el cerebro se empeñaba en creer) , aun así me costó un imperio mantenerme estable para no caer de ella.
Sujetaron mi cabeza y pusieron la barbilla en una especie de cucharilla, estire el cuello hasta dar con la frente en un tope. Abrí el ojo todo lo que pude para que el oftalmoscopio presionase e  hiciese bien su trabajo.
Cuando terminé la prueba entre las luces que parecían las Vegas,  tantas gotas para dilatar la pupila como si hubiese tomado algún tipo de psicotrópico; sumando a la tensión que ejercía mi cuerpo intentando no caerse de la silla, no pude evitar pensar "si  tomo dos botellas de vodka aguanto más". 
Solté una carcajada, sin poder evitarlo.
...

URGENCIAS

Entré de urgencia, había perdido la visión de un ojo, era como si tuviera una moneda negra del tamaño de 1 céntimo de euro en un lateral del iris. Agachar la cabeza era toda una odisea, al intentarlo me desplomaba sin remedio.
Llegué al hospital herida, aturdida y confundida.
Hasta ese momento no tuve miedo, lo achaqué sin tener idea de medicina  a problemas de vértigo o de oído, "cosillas" sin importancia alguna, al fin y al cabo toda la analítica estaba dentro de los niveles estrictamente normales. Sólo una pequeña febrícula seguía latente, pero lo más probable es que mi cuerpo estuviera incubando algo, un posible catarro sin más.

Estaba equivocada 

jueves, 24 de marzo de 2022

Alarma

Caí tres veces en menos de dos horas.
La falta de estabilidad y la sensación de objeto extraño  en mi ojo terminaron por derrotarme.


miércoles, 23 de marzo de 2022

Pérdida de control.

Siempre me levanté.
Tengo la horrible sensación de vivir con una olla a presión dentro de la cabeza, mientras gira y gira la maldita válvula imponiendose al equilibrio hasta acelerar el mareo y provocar la nausea.

No deja de escupir pitidos cada vez más, más  fuertes y así cancelar la lógica del sonido y cegar mis ojos cuando  expulsa el vapor espeso y continuo.

Pierdo fuerza sobre el control del cuerpo.

Me desplomó.
  

El tiempo, un constante martillo percutor.

Al fin y al cabo estaba aceptando una dudosa derrota. Y sí, me volví perezosa, antepuse mi interés propio a cualquier otro, lo admito. Más horas destinadas a mi persona, ¿cuál es el fin de tantos hijos?, esas semillas germinadas con tanto amor, coacción , descuido o  cuidado que crecen y comen sin control pidiendo a boca llena un día y otro y otro...
O feneciendo poco a poco, mientras se secan por dentro y por fuera; sin alimento o agua, apenas sin  respirar para no morir.
Nadie solicita nacer, la existencia es impuesta  de manera imprevista, inconsciente, meditada o egoista por el progenitor, progenitora o ambos.
De otro modo estaríamos extintos.
Es curioso todo el tema de perpetuar la especie, va adherido de forma intersticial al propio SER.

...