miércoles, 2 de noviembre de 2011

El juego



Mantener una conversación con alguien tan atípico no era frecuente y sería divertido, al menos eso fue lo que pensó en aquel momento. Pero lo que ella desconocía, es que ese hombre marcaría un antes y un después en todo lo referente a su vida.


A ambos les gustaba escribir, quizá fuera por su amor a las letras o por una imperiosa necesidad de gritar anhelos y deseos con trazos de tinta o, más bien, por la simple curiosidad malsana de intentar descifrar mentes ajenas y ahondar en corazones heridos, pero el hecho, es que comenzaron a forjar un extraño vínculo.

En un principio todo carecía de sentido, era un sencillo ejercicio en el que solamente se transmitían palabras sueltas y frases inconexas, con el fin de intercambiar opiniones. Pero poco a poco fue variando, hasta convertirse en una especie de proceso reflexivo, para adquirir conciencia del propio yo y valorar la propia autoestima, así, como conocer la fortaleza de la misma.

Transcurridos unos día de profunda y severa interacción individual, se llegó a una serie de acuerdos; cada uno escribiría un relato propio, su relato, y se lo entregaría al otro. Ambas narraciones tendrían un solo lector, puesto que se mantendrían en el anonimato y ocultas para el resto del mundo.

Con este pacto, comenzaba un tortuoso juego....

...

7 comentarios:

  1. Buen comienzo. ¿Seguirá?
    Me gusta esa definición de la literatura que pones arriba: "por una imperiosa necesidad de gritar anhelos y deseos con trazos de tinta o, más bien, por la simple curiosidad malsana de intentar descifrar mentes ajenas y ahondar en corazones heridos". Aunque no creo que esa curiosidad sea siempre malsana. Saludos.

    ResponderEliminar
  2. ¿Tortuoso?. A mi me parece una idea genial.
    Espero que algún día esa narraciones ocultas salgan a la luz y las podamos disfrutar los demás.

    ResponderEliminar
  3. El Mirlo. Sigue a retales, pero no he abandonado mi intento de libro, soy demasiado obcecada para dejar a medias cualquier cosa.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. El Mirlo: la curiosidad, a veces, no es malsana, ¡cierto!, pero cuando se penetra en la mente a tal nivel(yo me entiendo), se teme incluso por la libertad intelectual.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. A veces aparece personas en nuestra vida que marcan un antes y un despues, y no lo puedes evitar, la vida es amor y fuera del amor solo queda vacío.
    que tengas un feliz fin de semana.
    un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Ricardo Miñana: es estupendo que aparezcan, porque según se labra el recuerdo, enamora o forja.
    Un abrazo

    ResponderEliminar