“Quiero que me ames hasta que te duela”,- dijo.
Rompió cadenas y extendió mis alas.
Y VOLÉ…
Remonté elevadas cumbres en busca de las mieles del júbilo.
Dormí en sombríos valles alimentándome con amarga hiel.
Reí y lloré, porque
mucho ha de haber en las secuencias que componen una vida.
“Vuela libre”.- dijo.
Y VOLÉ…
Solté demonios para afrontar el miedo.
Destruí yelmos forjados con ira en
un tiempo anterior.
Abrí candados que me oprimían el alma.
Sentí como el tiempo pasaba
y empecé a recordar…
“Quiero que me ames hasta que te
duela”.-dijo.
“Vuela libre”.-dijo.
Y ahora vuelo con cristales en el
alma y
espigas en las alas.
...
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