L'esprit de l'escalier
Un par de semanas antes de cumplir los cuarenta se examinó a sí misma y encontró en el pasado a una mujer anodina, sesgada y herida, percibiéndose como un mueble olvidado en un desván, retirado de los ojos de la gente..., uno de esos enseres estropeados que sirvieron en su día para decorar las casas y no se tiran a la basura porque continúan siendo hermosos, pero necesitan cientos de retoques para reparar los golpes y arañazos que han recibido con el transcurrir del tiempo.Aún sin decir nada..., siempre supo las respuestas....
Muy bonito y como la vida misma.
ResponderEliminarSaludos
MANUINDIANA: Gracias, son mínimas parcelas en la vida, otras(las que más) suelen ser fabulosas.
ResponderEliminarUn abrazo
Todo cambio comienza por el reconocimiento. Besos.
ResponderEliminarPedro Ojeda Escudero: coincido, aunque muchas veces es extremadamente complicado encontrase con uno mismo.
ResponderEliminarUn abrazo